¿QUÉ ES UN GUERRERO DE LA LUZ?
En primer lugar hay que decir de manera categórica y definitiva que no existen los “guerreros de la luz”, así que la respuesta es: ¡un absurdo! y esto, es sencillamente porque la luz no necesita contender, ni guerrear, ni pelear, ni luchar, ni vencer, ni imponerse, ni mucho menos conquistar.
Esta es una clara muestra de la visión egóica
que aún se tienen de las cosas, de los arquetipos mentales que aún tenemos tan
arraigados y de las creencias y dogmas que arrastramos. Es más, si analizamos con
detenimiento y reflexión, podemos ver claramente que no son compatibles la guerra
y la luz.
La luz siempre denota y sugiere claridad,
verdad y sabiduría, en cambio la guerra, que está en total contraposición,
siempre es vinculada y asociada a la ignorancia, a la falta de conocimiento y a
la oscuridad. Quizás el error haya venido de la idea de que el ser de luz lucha
contra la oscuridad y busca imponerse. De esa imagen mítica que se maneja en
las películas y de las fábulas de la lucha
entre el bien y el mal, donde el bien, al final siempre sale victorioso.
Tenemos que saber, a estas alturas, que la función
de la luz en todos sus aspectos, tanto metafórico, como real, es la de iluminar,
des-cubrir, de-velar, manifestar lo que hay en la oscuridad. La luz y la
oscuridad en sí no son opuestos, son principios y complementos. No puede
existir la luz sin la oscuridad y viceversa. Así que pretender que un ser de
luz luche contra la oscuridad o todo lo que ésta representa es absolutamente
absurdo. Porque de hecho, no se trata de luchar, de ninguna manera, sino de
equilibrar, armonizar, restablecer y reordenar. También tenemos que tomar muy
en cuenta que cuando nos posicionamos en uno de los polos de la balanza, éste
baja y el otro sube; así que ponernos en contra de algo, sea lo que sea; lejos
de lograr que se desintegre o desaparezca, le estamos dando fuerza y
repotenciando. Y esto no es un discernimiento subjetivo, sino una lógica física.
En todo caso lo que hace un ser que ya ha logrado
realizar un grado de luz suficiente como para iluminarse e iluminar su entorno,
es mostrarse, proyectar y propagar sin
ningún tipo de esfuerzo, toda su radiancia y esplendor y no necesita nada más.
La luz por si sola es suficiente.
Los seres de luz jamás están en contra de nada,
porque su naturaleza es benévola, pacífica, dócil, suave, sutil y sublime; tampoco
a favor de nada, porque eso implica estar en contra de otra cosa, así que simplemente
hacen lo que tienen que hacer para restablecer el equilibrio y utilizan las
herramientas que les son útiles en ese momento para hacerlo. En este caso, muy
específico, el fín, sí justifica los medios y eso no está sujeto, al bien o al
mal, los cuales no son conceptos absolutos, sino relativos, pero ya ese es otro
tema.
Entonces un Guerrero de la luz es un concepto
más bien erróneo, adaptado por las corrientes religiosas y de la New Age, para
ejemplificar lo que pudiera ser una entidad que busca iluminar, a través de una
lucha constante y muchas veces infinita, contra una especie de enemigo, que en
este caso sería la oscuridad; como el arquetipo tan famoso del Arcángel Miguel,
luchando eternamente contra Lucifer o satanás.
Y es que para despecho de muchos y para alegría
de otros; en la naturaleza no existe la lucha, su ritmo es suave y amable; y
aquello que vemos y que a veces calificamos como hecatombes y desastres, son
solo ajustes, reordenamientos y restablecimientos de un orden vital, que es inevitable,
conveniente y necesario para continuar con el equilibrio de la vida.
Bueno, ya va siendo pues, la hora de irnos refrescando,
sacudiendo y deslastrando de esas creencias, muchas de las cuales hemos
heredado y otras que nos han introyectado; para abrirnos a nuevas ideas, más
lúcidas, más lógicas y más reales; porque si es nuestra verdadera intención y convicción
el realizar la luz que somos, debemos necesariamente desaprender, no para volver
a llenar el envase y aprender, sino para extraer nuestra propia sabiduría, que
implica comprender desde la óptica y raciocinio del ser.
Autor
Gutnara Villalobos
Centro de la Sabiduría Antigua
20/10/2020